Cada 15 de mayo, Madrid se transforma. Las calles se llenan de música, dulces, verbenas y trajes típicos. Es el día de San Isidro Labrador, patrón de la ciudad, y los madrileños lo celebran con orgullo vistiéndose de chulapos y chulapas. Pero, ¿de dónde vienen estos personajes tan castizos? ¿Y por qué su figura sigue tan viva en el corazón de la capital?
El origen del chulapo: moda, identidad y actitud
Aunque sus raíces se remontan al siglo XVIII, es a finales del XIX y principios del XX cuando el chulapo, y su inseparable chulapa, se convierten en un símbolo de la identidad madrileña. En aquellos años, los barrios populares como Malasaña, Lavapiés o La Latina estaban llenos de vida y de personajes que se oponían, con altanería y orgullo, a la moda afrancesada de las élites.
Los chulapos eran reconocidos por su forma de vestir, pero también por su forma de ser: descarados, elegantes y con un punto de picardía. Las chulapas, mujeres trabajadoras —modistas, planchadoras, floristas—, eran alegres, decididas y muy coquetas. Juntos construyeron una forma de entender Madrid que sigue presente en sus fiestas más emblemáticas.
Así es el traje de chulapo y chulapa
La indumentaria de los chulapos y chulapas no es un simple disfraz. Es una prenda con historia, cargada de significado y con detalles que reflejan la personalidad de quien la lleva.
Él viste con:
Chaleco (o gabriel) de pata de gallo
Pantalones negros (llamados alares)
Camisa blanca (babosa)
Pañuelo blanco al cuello (safo)
Gorra o parpusa
Zapatos negros (calcos) y clavel en la solapa
Ella luce:
Vestido entallado de lunares, con mangas de farol y volante
Delantal bordado
Mantón de Manila sobre los hombros
Pañuelo blanco anudado a la cabeza y dos o tres claveles, cuyo color indica su estado civil
Incluso los trajes infantiles mantienen esta estructura, fomentando que las nuevas generaciones se sientan parte de esta tradición.
Más que ropa: una forma de vivir madrid
Ser chulapo o chulapa va más allá de vestirse de una manera concreta. Es una actitud. Es ese “estar más chulo que un ocho”, esa forma de hablar y moverse que caracteriza al madrileño más castizo. No es casual que la zarzuela —con autores como Chueca o Bretón— retratase con tanto cariño a estos personajes.
Hoy, gracias al auge de las redes sociales, los trajes típicos han recuperado protagonismo entre los jóvenes. Influencers y personalidades como Inés Hernand o Eme de Amores los han lucido con orgullo en TikTok, y tiendas como Maty o Carmen 17 confirman que cada año se venden más trajes de San Isidro.
Dónde ver (y vivir) esta tradición
La cita más esperada es la Romería en la Pradera de San Isidro, donde miles de madrileños se reúnen a comer rosquillas listas y tontas, bailar chotis y presumir de mantón y clavel. Pero no es la única. También se lucen en San Antonio de la Florida, San Cayetano, San Lorenzo o La Paloma. Todas ellas celebraciones que laten con ese espíritu castizo tan auténtico.
Vive Madrid como un auténtico chulapo
En el Hostal Matheu, ubicado a un paso de la Puerta del Sol, no solo estarás en el corazón de Madrid, sino también en el epicentro de su tradición más genuina. Si visitas la ciudad durante San Isidro, prepárate para disfrutarla como un verdadero madrileño: entre verbenas, música, dulces… y con un traje castizo que cuenta siglos de historia.
en el
Hostal Matheu
y vive la fiesta de San Isidro como se merece: en el centro de todo, con el espíritu de los chulapos a tu alrededor.